LA DEMOCRACIA ES NUESTRA REVOLUCIÓN
DE MIERDA
Para el cincuentenario de la Declaración de los Derechos Humanos, Alejandra Bocquel y Carina Ferrari realizan una intervención en las calles que consigna la forma en que la discriminación descansa en el discurso social. Vestidas de negro y con anteojos oscuros, muñidas de dos cajas negras similares, las artistas se sientan en cualquier espacio público y comienzan a sacar simultáneamente una serie de carteles: el primero es siempre diferente, el segundo permanece invariante. Así se lee: “negro de mierda”, “judío de mierda”, “sudaca de mierda”, “puto de mierda”, etc. Es imposible no sentirse identificado con alguno de los grupos sociales mencionados y, por ende, ser objeto del insulto correspondiente. Sin embargo, la acción funciona en relación con la totalidad: en la sucesión de frases queda claro que la discriminación es un efecto del lenguaje y, en particular, del construido socialmente. Para entenderla en su objetivo es necesario realizar esta reflexión final, sin la cual las frases parecen tan sólo agresiones verbales dirigidas indiscriminadamente a los paseantes
https://www.youtube.com/watch?v=CHawYZ4kukQ&ab_channel=CarinaFerrari